(Hydrochoerus hydrochaeris) Es el roedor más grande del mundo, es un mamífero semiacuático que puede pesar entre 48 y 65 kg, se mantienen en grupos o manadas de 10 a 100 individuos, su dieta es estrictamente herbívora y altamente selectiva. Las mayores poblaciones de chigüiro se concentran en los llanos de Colombia y Venezuela y en la zona pantanosa Matogrosence del Brasil (FAO 1985).

El chigüiro es una de las especies más importantes en las sabanas inundables de la Orinoquia colombiana, debido a que es una fuente de proteína para las comunidades, es una especie insignia de la región, transformador del paisaje y aporta gran cantidad de biomasa al ecosistema. Sin embargo, las poblaciones de la especie y su hábitat enfrentan diferentes presiones y amenazas que hacen necesarias acciones para su recuperación y conservación.

No es una especie en peligro de extinción, ni se encuentra dentro de alguna categoría de amenaza a nivel nacional o internacional (IUCN), tampoco cuenta con restricciones para su comercio (CITES), y por el contrario es considerada como una especie promisoria y con potencial de uso comercial. Debido a que cada hembra puede tener de 4 a 6 crías por parto y 1.8 partos al año, su eficiencia reproductiva al año es seis veces superior al ganado vacuno. «El uso sostenible es un instrumento importante de conservación, puesto que redunda en beneficios sociales y económicos que constituyen un incentivo para conservar los recursos» UICN (2000)

La caza comercial es la extracción directa de los individuos del medio silvestre con un beneficio económico. Esta actividad puede enmarcarse dentro del aprovechamiento sostenible y ser una herramienta de conservación si la autoridad ambiental, mediante licencias ambientales otorgadas cumpliendo ciertos requisitos, asigna y regula cuotas de extracción acordes con la abundancia de la población para que ésta pueda recuperarse y mantenerse en el tiempo. Por otro lado, las poblaciones susceptibles al aprovechamiento requieren de un hábitat adecuado que les brinde los recursos necesarios para su supervivencia y reproducción de tal forma que la población pueda crecer, por lo que se requiere mejorar y mantener el hábitat. Esta necesidad motivará a los propietarios a realizar acciones de manejo que favorecen tanto al hábitat como a las poblaciones y podrá a la vez llevar a la recuperación y conservación de las sabanas inundables y de otras especies asociadas a ellas.

Debido a que la carne de chigüiro que es destinada para el consumo humano debe cumplir con los requisitos sanitarios contemplados en la Resolución 562 de 2016 del Ministerio de Salud y Protección Social, el proyecto chigüiro viene desarrollando el diseño de una planta de beneficio móvil que cumpla con los requisitos técnicos, sanitarios y ambientales vigentes, para lo cual se cuenta con la orientación técnica del INVIMA. Además se busca garantizar el bienestar animal (Artículo 12 de la Resolución 705 de 2015 del ICA), evitando el maltrato, dolor, estrés y miedo innecesario durante la actividad de caza comercial y beneficio de los animales.